La palabra INNOVACIÓN está de moda. No innovar es quedarse atrás. Pero ¿qué debemos innovar en una organización y por dónde comenzar? Innovar: ¿qué y hasta dónde?
Definamos:
«Innovar consiste en implementar cambios significativos en el producto, el proceso, el marketing o la organización de la compañía con el propósito de mejorar los resultados mediante la aplicación de nuevos conocimientos y tecnología que pueden ser desarrollados internamente, en colaboración externa o adquiridos mediante servicios de asesoramiento o por compra de tecnología”.
Así que no se trata de traer buenas ideas, sino de mantenerlas, de hacer cambios sostenibles. El economista Theodore Levitt dijo que la creatividad es pensar cosas nuevas y la innovación es hacer cosas nuevas.
En una empresa, podemos innovar a nivel de:
El producto o servicio. Gracias a la cultura de innovación, un mismo producto puede estar renovándose y mejorando constantemente.
Ejemplo: Apple y su sin fin de versiones mejoradas de un mismo teléfono.
El proceso o metodología. Fabricación, distribución, producción, logística, compras, comunicación, etcétera. Todo con el fin de mejorar y hacer más eficiente una cadena dentro de la organización. Pueden haber distintos fines a ello: bajar costos, crear productos de calidad, generar experiencias de compra, crear experiencias dentro de la organización que fidelicen a los equipos de trabajo. Finalmente se trata de alcanzar clientes y colaboradores contentos.
Ejemplo: Ikea y su gran idea de abaratar costos entregando un producto sin terminar para que el mismo cliente lo termine.
El marketing. Mejoras en el diseño de un producto y su embalaje, promociones, formas de distribución, medios de comunicación, imagen, lanzamientos y demás generan impacto, memoria y nuevos mercados de clientes. Aquí tiene mucho que ver el posicionamiento de la marca o producto y hoy más que nunca, la presencia digital.
Ejemplo: Coca Cola, que con la misma receta, ha modificado la silueta de su botella para hacerla más atractiva.
La organización. Quizá la más importante y la más olvidada. Las prácticas de la empresa, el lugar de trabajo, las jornadas laborales, los beneficios, las relaciones profesionales y muchas otras maneras. Los mismos colaboradores juegan un papel importante tanto como protagonistas como diseñadores de esta innovación.
Ejemplo: Google y sus envidiables instalaciones y modalidades de trabajo.
El posicionamiento. Se trata de reposicionar, cautivar un producto o servicio y ofrecerlo en un mercado novedoso, o con un sesgo novedoso.
Ejemplo: AirBNB, que originalmente se trataba de un negocio relacionado con conferencias y más tarde se trasladó al negocio general de viajes y vacaciones.
El paradigma: Es el cambio de forma en que los consumidores hacen algo que siempre han hecho.
Por ejemplo: la forma en que los consumidores leen las noticias, que antes era en papel periódico y hoy, en redes sociales a través de sus propios teléfonos y según intereses.
Proponer un grado de innovación en su organización, a cualquier nivel, es un paso adelante, un riesgo, un abismo y una carta de doble filo cuando no hay una estrategia detrás.
Atrévase a alterar el orden de su negocio, pero hágalo con un plan en mano. Asesórese.
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Innovar: ¿qué y hasta dónde?
Este artículo se basó en (EduPerú) (ED)
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