D2C: Direct to Costumer. Directo a consumidor. La reacción «temporal» y de emergencia que tomaron muchas empresas hacia la digitalización de sus negocios, hoy ES la ruta hacia el futuro. D2C: las siglas que no debe olvidar en su estrategia. ¿Cuáles son las cifras?
- Hubo un incremento del 60% de artículos pedidos online en tan solo 1 año de pandemia.
- El 2020 logró triplicar la cantidad de compradores online habituales de más de 55 años de edad, lo cual refleja que no es un mercado exclusivo para las nueva generaciones.
- El 5% de los estadounidenses mayores de 65 años compró un producto online por primera vez este año debido al distanciamiento social y el autoconfinamiento . Nuevamente, lo digital no tiene fronteras si se diseña correctamente para los distintos grupos de población.
- 40% afirman estar más cómodos con las tecnologías digitales que antes del confinamiento. Este estudio no revela cuanto se sienten incómodos de volver a lo presencial pero debe ser una cifra interesante.
En la carrera por seguir sacándole provecho a ese impulso regional, el modelo ‘direct to consumer’ (D2C), que consiste en desarrollar plataformas digitales de venta directa al hogar, se convertirá en el principal protagonista.
Hasta hoy, muchas de empresas que trasladaron su oferta al entorno digital lo han hecho a través marketplaces como Mercado Libre y Linio, o plataformas de retailers como Falabella, Cencosud, Liverpool, entre otros. Pero esto significa dejar el control de la relación con el cliente y de la recepción de data del consumo en el retailer. Es información demasiado valiosa como para perderla así.
Otras empresas, Nestlé, Pepsico, L’Oreal o Adidas entre algunas, van dando otros pasos: complementar esos canales con el desarrollo de una plataforma propia D2C. Adidas, por ejemplo, estima que para 2025 el 50% de sus ventas provendrá del canal digital propio, proyección similar a la recientemente realizada por Nike. =
Y es que organizaciones de rubros tan disímiles como el de consumo masivo o farmacéutico han concluido que, para poder ser competitivos entre la innumerable oferta de comercio electrónico de la región, requieren controlar la información de los clientes, personalizar productos, servicios o promociones. Esto, por supuesto, no significa prescindir de los marketplaces o plataformas de e-commerce de los retailers.
D2C se perfila como la nueva etapa del e-commerce en Latinoamérica. No se trata de montar una página web con tienda online; la gestión de talento, el manejo de clientes, las destrezas de comunicación, la identidad digital y el análisis de Data hacen que D2C sea mucho más complejo que un «carrito de compras».
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